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Los proyectos por lo general fracasan. Una de las razones principales por las que esto sucede es que los equipos de trabajo no realizan análisis de riesgos apropiados como la elaboración de un AMEF. Con frecuencia, omiten algunas consideraciones que podrían ser de vital importancia durante la fase de planeación de un proyecto.
“Imaginen que estamos dentro de un año en el futuro. Decidimos continuar con el plan actual tal como lo conocemos. El resultado fue un desastre.

Por favor tomen unos minutos para escribir cuál es la historia de ese desastre.” Así es como Gary Klein, un renombrado psicólogo estadounidense, comienza una sesión de lo que él llama el método Premortem.
Este método que Klein propone es el hipotético opuesto de una autopsia o “Postmortem”. Se realiza preguntando a los participantes al principio de un proyecto, qué es lo que ellos piensan causó la muerte de este paciente que identificamos como el proyecto en cuestión.
Bajo la misma intención del método propuesto por Klein, el Análisis de Modo y Efecto de la Falla o AMEF (FMEA por sus siglas en inglés) es una herramienta que busca mejorar las probabilidades de éxito de un proyecto. Una de las ventajas de la elaboración de un AMEF es anticipar las potenciales razones que puedan ocasionar el fracaso de dicho proyecto.

Los orígenes del AMEF

La primera aparición del AMEF está documenta por el ejército de los Estados Unidos en la década de 1940. El método surge como un esfuerzo militar por reducir la cantidad de municiones defectuosas que se producían. Posteriormente, la industria aeroespacial y la automotriz comenzarían a llevar a la práctica esta herramienta en sus operaciones.
En el año 1993 la AIAG desarrolla junto con algunos fabricantes automotrices herramientas clave para la Gestión de la Calidad llamadas Core Tools, entre las cuales se encuentra el AMEF. 

Entendiendo el AMEF

El AMEF es un método sistémico y analítico utilizado para asegurar que los problemas potenciales de un producto o un proceso sean identificados y atendidos de manera oportuna. 

El método consiste en identificar todos los posibles modos de falla de un proceso o de un producto/servicio para entender las consecuencias o efectos de cada uno. Esto hace posible, después, determinar acciones para eliminar, controlar y reducir estas fallas.
Los modos de falla son las formas en las que algo puede salir mal, mientras que los efectos son las consecuencias negativas que estos modos de falla pueden causar. En un proceso, puede tratarse de una acción incorrectamente ejecutada como un disparo corto en un proceso de inyección. Otros ejemplos pueden ser un atornillado sin la fuerza suficiente o un montaje de un componente incorrecto.
Por otro lado, un modo de falla de un producto puede ser un dispositivo electrónico que se sobrecaliente, calzado que lastime el tobillo de una persona o un auricular que se caiga del oído de un usuario.

El AMEF en la industria

En la industria, la elaboración de un AMEF tiene como objetivo lograr la prevención y la detección oportuna de las fallas para evitar que estas lleguen al cliente.
Después de identificar los potenciales modos de falla y sus efectos, el AMEF se centra en determinar acciones para la prevención de las fallas.

Un modo de falla muy común es el ensamble de un componente equivocado. Es habitual que una estación de trabajo contenga diversos componentes para un rango de productos similares haciendo posible el riesgo de seleccionar un material equivocado.
Un acción para prevenir el ensamble de un componente incorrecto es la instalación de un sistema Pick to light que asiste al operador para evitar la selección incorrecta del material. En el siguiente video se puede ver cómo funcionan este tipo de sistemas.

https://www.youtube.com/watch?v=6_X798UMZ54

Como verás, este sistema asiste al operador para evitar y prevenir un modo de falla. Sin embargo, ningún sistema es perfecto, por lo que el AMEF también considera necesario posteriormente determinar acciones de detección de fallas.
Un ejemplo común en la industria son los sensores de presencia, los cuales permiten detectar la ausencia de componentes en un producto. En el caso de una omisión del montaje de un componente en un producto, este tipo de sensores alertan al operador al no detectar la presencia de la pieza. De esta manera, se evita la liberación de un producto no conforme.
El AMEF es una herramienta clave para una gestión efectiva de la calidad en la industria, es por eso que forma parte de las Core Tools. Su uso es de carácter obligatorio por el estándar de la calidad
automotriz IATF 16949.

En la industria, la elaboración de un AMEF es ampliamente recomendable puesto que tiene una serie de beneficios no sólo para la organización que lo crea sino también para sus clientes.